
3.
Centros de neurorehabilitación
y Daño Cerebral Adquirido
Un daño cerebral está producido por una lesión en el cerebro que provoca una alteración del nivel de conciencia y del cual resulta una afectación del funcionamiento cognitivo, emocional, conductual y/o físico”. (Vermont Division of Vocational Rehabilitation, 1999).
Las causas más frecuentes de daño cerebral adquirido (DCA) son:
-
Traumatismos craneoencefálicos (TCE): accidentes de tráfico, caídas, accidentes laborales o como resultado de la práctica de deportes de riesgo, etc. Son la forma más común de lesión cerebral en personas menores de 40 años y constituyen el campo de intervención más frecuente en la práctica neuropsicológica.
-
Accidentes cerebro-vasculares (ACV) hemorrágicos o isquémicos. Son trastornos en los que una área del encéfalo resulta afectada, como consecuencia de un trastorno circulatorio cerebral de los vasos sanguíneos (arterias, venas o capilares) o de la cantidad o calidad de la sangre circulante o la reducción en la aportación de sangre, oxígeno y glucosa que interfieren en el metabolismo cerebral y producen frecuentes alteraciones neuropsicológicas o de personalidad. Los ACV constituyen el 50% de los ingresos neurológicos y la tercera causa de mortalidad en la mayoría de países.
-
Procesos hipóxico-metabólicos: parada cardiorrespiratoria, enfermedad pulmonar, etc.
-
Tumores
Todas estas lesiones cerebrales pueden causar alteraciones, transitorias o permanentes, de carácter cognitivo (atención, memoria, lenguaje, visuopercepción, razonamiento, velocidad de procesamiento, funciones ejecutivas, capacidades motoras, etc.), físico, psíquico o emocional.
La gravedad y duración de las alteraciones neuropsicológicas dependerán principalmente de la localización y tamaño de la lesión, características propias del paciente y presencia/ausencia de intervención neuropsicológica para recuperar funciones: PROCESO DE NEUROREHABILITACIÓN.
Por otro lado, la Nuerorrehabilitación también se aplica a enfermedades neurológicas degenerativas para frenar al máximo el avance de los síntomas como por ejemplo en la Esclerosis Múltiple, Enfermedad de Huntington, Esclerosis Lateral Amiotrófica; etc.
Por ello es decisivamente importante que los profesionales sepan realizar una correcta evaluación neuropsicológica de las secuelas del daño cerebral/enfermedad neurológica y diseñar e implementar un proceso de neurorehabilitación especializado, continuado y transdisciplinar.
Únicamente así se podrá recuperar/relentizar al máximo las funciones alteradas, reducir así el grado de discapacidad y alcanzar el grado máximo de autonomía y bienestar del paciente.