La característica principal del cerebro infantil es que se encuentra en proceso de maduración, lo cual implica una serie de características distintas a las del cerebro adulto que hay que tener en cuenta para comprender:

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• Cómo operan las funciones cerebrales y cómo se crean los sistemas neuronales

      que subyacen la atención, la memoria, el lenguaje, la motivación, la emoción, etc.; 

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• Qué elementos y métodos podemos utilizar para potenciar el aprendizaje;

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• Qué estrategias son útiles y cuáles no para corregir conductas negativas y potenciar

      las positivas;

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• Cómo incrementar y la educación emocional y qué efectos tiene ello en el

      autoestima, el rendimiento escolar y en los vínculos sociales;

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• Cómo evaluar y detectar anomalías en el aula que puedan estar indicando algún

      trastorno grave (lo cual es imprescindible para iniciar un tratamiento precoz que

      impedirá peores consecuencias a largo plazo);

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• De qué manera puede afectar una lesión/enfermedad cerebral y cómo funciona   

      su rehabilitación;

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• Detectar trastornos de aprendizaje y emocionales, habitualmente desapercibidos.

cómo puede afectar una lesión/enfermedad y cómo funciona la recuperación de un daño o patología cerebral.

 

Por otro lado, cuando se da un daño cerebral en un niño, las consecuencias de éste dependen en gran medida del momento del desarrollo en el que se produzca, pudiendo llegar a alterar o interrumpir el proceso cognitivo/madurativo en el que se encuentra y causar lesiones que impidan el desarrollo de determinadas funciones cognitivas. Las consecuencias del daño pueden darse bien en el momento justo de la lesión o bien con un efecto tardío manifestándose años después.

También, los daños suelen ser más generalizados y difusos ya que en el cerebro infantil aun no ha finalizado la interconexión cerebral.

Por otro lado, el cerebro infantil tiene una gran capacidad plástica (facilidad para crear nuevas sinapsis y para la reorganización cerebral), lo cual beneficia la recuperación del daño cerebral.

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A través de la evaluación neuropsicológica infantil, pueden diagnosticarse patologías o determinar secuelas, marcarse unos objetivos de intervención y diseñar una terapia de neurorrehabilitación adecuada con el fin de mejorar la calidad de vida.

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Las principales alteraciones/patologías en las que interviene la neuropsicología infantil son:

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• Trastornos del Espectro Autista

• Traumatismos craneoencefálicos

• Dificultades del aprendizaje

• Trastornos del lenguaje

• Parálisis cerebral

• Epilepsia

• Trastornos por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad

• Afectaciones pre o perinatales

• Nacimiento prematuro o con bajo peso

• Epilepsia

• Trastornos psicomotores

• Accidentes Cerebrovasculares

• Tumores cerebrales

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Por todo ello, la neuropsicología es importante en las escuelas y centros educativos (con o sin alumnos con trastornos de algún tipo), puesto que comprendiendo los procesos neurológicos del cerebro infantil se consigue una mejor educación para todos/as los/as alumnos y alumnas de la escuela sea cuales sean sus características o dificultades, consiguiendo así una educación de real, de calidad e inclusiva.

 

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